Investigadores

(Texto basado en openoasis.org)

Beneficios del acceso abierto para la difusión de la investigación

El acceso abierto beneficia a los investigadores, instituciones, países y a la sociedad como un todo. Para los investigadores, brinda una gran visibilidad, uso e impacto a su trabajo. Las instituciones disfrutan de los mismos beneficios de manera integral.

Igualmente hay evidencia que demuestra cómo el acceso abierto redunda en beneficio a los países ya que incrementa el impacto de la investigación en que se ha invertido el dinero público (véase el estudio de Houghton y Sheehan sobre el impacto económico del acceso abierto a la investigación pública), por lo tanto hay un mejor aprovechamiento de la inversión. La sociedad como un todo recibe de esta manera un mayor beneficio ya que la investigación se vuelve más eficiente y efectiva.

El acceso abierto es la alternativa al acceso restringido (acceso por suscripción o pago por acceso). Tradicionalmente, las revistas científicas se han vendido a las bibliotecas mediante suscripción. En la época del papel impreso, ésta era la única manera que les permitía a los editores difundir las revistas científicas y recuperar su costo. Desafortunadamente, esto se traducía en que sólo los investigadores de instituciones que tenían los medios para pagar dichas subscripciones podían leer artículos de revistas científicas.

De hecho, universidades millonarias podían financiar sólo una proporción de la literatura de investigación mundial. Para las instituciones en países más pobres, esta proporción es aún más pequeña e incluso inexistente. Al principio de este milenio, más de la mitad de las instituciones con centros de investigación de los países más pobres no cuentan con estas suscripciones y alrededor de un 20% cuentan con un promedio de dos suscripciones.

Hoy en día, en la época de la red informática mundial, es posible difundir los hallazgos de la investigación sin costo para cualquiera que desee leerlos. Aquellos con acceso a las revistas científicas en sus bibliotecas podrán acercarse a los artículos de la misma forma en que lo hacían antes, a pesar de que algunas personas sostienen que es en realidad más fácil y rápido acceder a las copias con acceso abierto a través de una búsqueda mecanizada (con uno o dos clics) que acceder a los artículos publicados en una revista científica en el sitio web de su biblioteca (lo cual toma varios pasos.). Pero quienes no cuenten con las revistas científicas que necesitan en su biblioteca pueden usar Google u otros motores de búsqueda para ubicar el acceso abierto a literatura en repositorios institucionales o de la materia específica que buscan.

Los repositorios pueden brindar información útil para mostrar el número de veces que se descargaron los archivos. Los niveles de este tipo de uso pueden ser sorprendentes. Por ejemplo, en Nueva Zelanda, la Facultad de Negocios de la Universidad de Otago montó un repositorio de acceso abierto en noviembre de 2005 y para febrero de 2006, con tan sólo 220 artículos, había recibido alrededor de 20,000 descargas (Stranger y McGregor, 2006.) Sin duda alguna, la mayoría de estos artículos se han venido citando desde esa fecha.

Los repositorios de países en desarrollo también disfrutan de un alto nivel de uso, puesto que brindan al resto del mundo los resultados de los trabajos de sus investigadores, quienes anteriormente tuvieron dificultades para publicar en revistas científicas “occidentales”. Se tiene el caso del Repositorio Institucional de Los Andes en Venezuela, con 14,000 entradas y un registro de 502,000 descargas de textos completos en 2008 de parte de usuarios regionales e internacionales.

Por su parte, la Unión Europea creó el proyecto NECOBELAC, que inició con un extenso programa de entrenamiento y educación en la publicación científica (especializándose en las ciencias de la salud) y el acceso abierto en países latinoamericanos. Véase el sitio web del proyecto para más detalles: www.necobelac.eu


Última modificación: 9 de septiembre de 2014