Repositorios de acceso abierto

Información basada en la publicación “El acceso abierto al conocimiento científico” de Jesús Valverde Berrocoso.

Actualmente hay poco más de 1,400 repositorios en todo el mundo. En los últimos tres años el número ha ido creciendo a una tasa promedio de uno por día, como lo informan el Registro de Repositorios de Acceso Abierto (ROAR) y el Directorio de Repositorios de Acceso Abierto (OpenDOAR ). Además los repositorios se encuentran registrados en un mapa del mundo en Repository66.

Los repositorios de acceso abierto mayormente utilizan programas de código abierto y todos se adhieren al mismo conjunto básico de reglas técnicas que rigen la forma en que ellos estructuran, clasifican, etiquetan y exponen contenidos a los mecanismos de búsqueda en la Web. Debido a que todos ellos se atienen a esas reglas básicas, son interoperables, es decir, forman una red y, como tal, crean entre ellos una gran base de datos de acceso abierto distribuida en todo el mundo.

Todos están indexados por Google, Google Académico y otros mecanismos de búsqueda, de manera que el descubrimiento de lo que hay en esa base de datos se da por el solo hecho de encontrar la palabra clave utilizada por una de esas herramientas. Si bien esto también puede realizarse usando alguna de los métodos de búsqueda especializada que indexan sólo el contenido del repositorio, a diferencia de las páginas web completas

Las condiciones básicas que ha de cumplir un repositorio de acceso abierto son las siguientes:

  • Documentación digital: todos los documentos se encuentran disponibles para su libre acceso en formato electrónico.
  • Acceso online: los documentos están almacenados en servidores accesibles a través de Internet.
  • Uso público: capacidad para leer, descargar, copiar, imprimir y distribuir un documento, con la única excepción de respetar la propiedad intelectual del autor y la citación del trabajo. Los autores utilizan licencias para preservar algunos derechos (copyleft).
  • Archivos normalizados: debe cumplirse con determinados estándares para la identificación digital del documento mediante el uso de protocolos internacionales.
  • Colección organizada: los documentos están dispuestos mediante una clasificación de contenidos, la cual los organiza de forma acumulativa y perpetua.

Los repositorios reducen los costos de la gestión del conocimiento y, como consecuencia, las universidades se benefician al acrecentar la productividad científica y académica sin que tengan que incrementarse los presupuestos.

Por consiguiente, los repositorios también influyen positivamente en la difusión del conocimiento educativo y científico al aumentar el número de potenciales receptores. El profesorado incluso puede optar por compartir sus documentos en un repositorio institucional o en un repositorio temático. Ver más al respecto en el siguiente enlace: http://hdl.handle.net/2445/36335


Última modificación: 1 de septiembre de 2014